La «médico y madre» Mónica García ‘pasa’ de la normativa y no se pone mascarilla en el Pleno

La portavoz de Más Madrid, Mónica García, quien durante la campaña de las últimas elecciones a la Comunidad de Madrid se auto definió como «médico y madre», hace caso omiso de la normativa antiCovid vigente y no se pone la mascarilla durante el Pleno en la Asamblea madrileña. La fotografía a la que ha tenido acceso OKDIARIO en exclusiva muestra a García, en el Pleno de este jueves, sin la mascarilla obligatoria cuando todo el resto de los presentes en la fotografía la llevan.

García, además de ejercer la política en el partido liderado por Íñigo Errejón, es anestesista y recientemente solicitó a la Asamblea el permiso para volver a ejercer como tal en el Hospital 12 de Octubre sin perder su escaño. García abandonó su plaza en la sanidad pública cuando tomó posesión de su cargo de diputada en la Asamblea de Madrid. La «médica y madre» dejó de ser facultativa durante unos meses para dedicarse en exclusiva a la política.

Desde su escaño, la ‘pistolera’ Mónica García apoya la campaña comenzada por Errejón y los suyos de despenalizar y regular el consumo de cannabis. A pesar de estar considerado como una droga, el cannabis se ha convertido en una de las reivindicaciones que esgrimen desde Más País, la marca nacional que engloba a Más Madrid, para ganar votos.

No podemos permitirnos perder la oportunidad de convertirnos en un país puntero en regular el cannabis. Tengamos ambición para crear una #LeyIntegralCannabis que termine con el mercado negro y revierta en el beneficio público. pic.twitter.com/eqzICmfu6o

— Mónica García (@Monica_Garcia_G) October 19, 2021

El propio Ministerio de Sanidad recoge en su Plan Nacional sobre Drogas que algunos de los efectos secundarios del consumo de cannabis a largo plazo son enfermedades mentales como la psicosis y esquizofrenia, enfermedades bronco-pulmonares y determinados tipos de cáncer, trastornos emocionales como ansiedad y depresión, así como de la personalidad, problemas de memoria y aprendizaje o arritmias.

Además, en otro ejercicio de falta de coherencia con su doble condición de «madre y médica», García también se ha mostrado fervientemente a favor de ampliar la ley del aborto. Aunque eso sí, ha reconocido que no debe anteponerse al derecho de objeción de conciencia recogido en la legislación actual de los médicos a no practicar abortos o, ahora que se ha aprobado la ley de muerte asistida, a practicar eutanasias. A pesar de apoyar que los médicos puedan objetar, García considera un «fracaso» que «sólo el 0,7% de los abortos» se lleven a cabo en la Sanidad pública.